martes, 29 de septiembre de 2015

Y que un simple lazo represente tanto...

Siempre vale tu empeño.

Háblame de tus noches inciertas
del daño, que esconde tu cuerpo,
de goteros recorriendo tus venas
para curar el mal de tu pecho.

Cuéntame tus inquietudes,
cuéntame todos tus miedos,
no quiero que de mí dudes
y me cuentes tus desvelos.

Amiga dale ya la espalda,
que al final se aburrirá,
al verte fuerte y erguida
el bicho malo se marchará.

Uniremos nuestra fuerza,
lucharemos hasta el final,
hasta verte amiga curada
y liberada de todo mal.

¿Ves, como valió tu empeño?
¡hiciste muy bien en luchar!
ya todo será un mal sueño
del que tendrás que despertar.

Ya lo conseguiste amiga,
tu fuerza venció al bicho,
le ganaste la dura batalla
al no consentir su capricho.